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Información de Salud Para Padres
Los huesos proporcionan sostén a nuestros cuerpos y ayudan a darles forma. Aunque sean muy ligeros, los huesos son lo bastantes resistentes como para soportar todo nuestro peso.
Los huesos también protegen los órganos de nuestros cuerpos. El cráneo nos protege el cerebro y conforma la estructura de la cara. La médula espinal, un canal de intercambio de mensajes entre el cerebro y el cuerpo, está protegida por la columna vertebral (o espina dorsal). Las costillas forman la caja torácica, que alberga el corazón y los pulmones en su interior, y la pelvis ayuda a proteger la vejiga, parte de los intestinos y, en las mujeres, los órganos reproductores.
Los huesos están compuestos por un armazón proteico de colágeno, junto con un mineral llamado fosfato cálcico, que confiere resistencia y dureza al armazón. Los huesos almacenan calcio, un mineral que pueden liberar en el torrente sanguíneo cuando esta sustancia es necesaria en otras partes del cuerpo. Las cantidades de algunas vitaminas y minerales que ingerimos, sobre todo la vitamina D y el calcio, afectan directamente a la cantidad de calcio que almacenamos en nuestros huesos.
Los huesos están compuestos por dos tipos de tejido óseo:
En este hueso blando, es donde se fabrican la mayoría de las células sanguíneas. La médula ósea contiene células madre, que fabrican los glóbulos rojos de la sangre y las plaquetas, así como algunos tipos de glóbulos blancos. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos corporales, y las plaquetas contribuyen al proceso de coagulación cuando alguien se hace un corte u otro tipo de herida. Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a luchar contra las infecciones.
Los huesos se mantienen unidos a otros huesos a través de unas largas tiras fibrosas llamadas ligamentos. El cartílago, una sustancia flexible y elástica que contienen las articulaciones, sujeta los huesos y los protege en los puntos donde varios huesos friccionan entre sí.
Los huesos de los niños y los de los adolescentes son más pequeños que los de los adultos y contienen cartílago de crecimiento, también conocido como “placa de crecimiento” o “placa epifisaria”. Estas placas están compuestas por células cartilaginosas que se multiplican, creciendo en longitud y convirtiéndose, más adelante, en hueso mineralizado y duro. Estas placas de crecimiento son fáciles de detectar en una radiografía. Puesto que las niñas maduran antes que los niños, sus placas de crecimiento se transforman en hueso duro a edades más tempranas.
La construcción ósea se prolonga durante toda la vida, ya que el cuerpo renueva y reconstruye constantemente al tejido vivo de los huesos. Los huesos contienen tres tipos de células:
Los músculos tiran de las articulaciones, lo que nos permite movernos. También ayudan al cuerpo a desempeñar funciones como masticar alimentos y transportarlos a través del sistema digestivo.
Incluso cuando estamos sentados y completamente quietos, hay músculos de nuestro cuerpo que están en constante movimiento. Los músculos ayudan a hacer latir al corazón, a que el tórax se expanda y se contraiga mientras respiramos y a que los vasos sanguíneos regulen la tensión arterial y el riego sanguíneo por todo el cuerpo. Cuando sonreímos o hablamos, los músculos nos ayudan a comunicarnos, y, cuando hacemos ejercicio, nos ayudan a mantenernos sanos y en forma.
Los seres humanos disponemos de tres tipos de músculos:
Los movimientos que hacen los músculos están coordinados y controlados por el cerebro y el sistema nervioso. Los músculos involuntarios están controlados por estructuras que se encuentran en las profundidades del cerebro y en la parte superior de la médula espinal, lo que se conoce como “tronco cerebral”. Los músculos voluntarios están controlados por las partes del cerebro conocidas como la corteza cerebral motora y el cerebelo.
Cuando usted decide moverse, la corteza motora envía una señal eléctrica, a través de la médula espinal y de los nervios periféricos, a los músculos, haciendo que estos se contraigan. La corteza motora de la parte derecha del cerebro controla los músculos de la parte izquierda del cuerpo y viceversa.
El cerebelo coordina los movimientos musculares que dirige la corteza motora. Los sensores de los músculos y de las articulaciones envían mensajes de retroalimentación a través de los nervios periféricos para indicar al cerebelo y a otras partes del cerebro dónde y cómo se está moviendo el brazo o la pierna y en qué posición se encuentra. Esta retroalimentación permite que hagamos movimientos fluidos y coordinados. Si quiere levantar un brazo, el cerebro envía un mensaje a los músculos del brazo, y este se mueve. Cuando usted corre, participa una mayor cantidad de mensajes cerebrales, porque hay muchos músculos que deben trabajar al unísono o de forma encadenada.
Los músculos mueven distintas partes del cuerpo contrayéndose y relajándose. Los músculos pueden tirar de los huesos, pero no pueden llevarlos de nuevo a su posición inicial. Por eso, trabajan en pares de flexores y extensores. El flexor se contrae para doblar una extremidad en una articulación. Luego, una vez completado el movimiento, el flexor se relaja y el extensor se contrae para extender o estirar el miembro en la misma articulación. Por ejemplo, el bíceps, un músculo ubicado en la parte superior y anterior del brazo, es un flexor, mientras que el tríceps, ubicado en la parte superior y posterior del brazo, es un extensor. Cuando doblamos el brazo a la altura del codo, el bíceps se contrae. Luego el bíceps se relaja y el tríceps se contrae para enderezar el codo y estirar el brazo.
Las articulaciones son las uniones entre huesos. Hacen que el esqueleto sea flexible; sin ellas, el movimiento sería imposible.
Las articulaciones permiten que nuestro cuerpo se mueva de muchas maneras. Algunas de ellas se abren y se cierran como si fueran bisagras (por ejemplo, las rodillas y los codos), mientras que otras permiten hacer movimientos más complejos. El hombro o la articulación de la cadera, por ejemplo, nos permite hacer movimientos hacia adelante, hacia atrás, laterales y de rotación.
Las articulaciones se clasifican en función de su gama de movimientos.
Hay tres tipos de articulaciones móviles que desempeñan un papel importante en el movimiento voluntario:
Tus huesos son muy fuertes â pero incluso las cosas fuertes pueden romperse, Al igual que un lápiz de madera, los huesos pueden doblarse bajo presión, pero cuando la presión es demasiado fuerte o repentina, los huesos pueden quebrarse. Tú puedes romperte un hueso cayéndote de una patineta o de las barras del pasamanos en el parque.
Recuerda por un momento el último Halloween. Probablemente, el mes anterior, tus amigos estaban ocupados planeando sus disfraces, habÃan descuentos para comprar grandes bolsas de caramelos y empezaron a aparecer adornos por todas partes.
¿Alguna vez piensas en qué partes del cuerpo te permiten elegir un instrumento musical y tocarlo con facilidad? O ¿qué partes te ayudan a sonreÃrle a un amigo cuando le ves caminando por el pasillo? O ¿qué partes le ayudan a tu corazón a bombear sangre todo el dÃa, todos los dÃas?
Los huesos proporcionan sostén a nuestros cuerpos y ayudan a darles forma. Los músculos tiran de las articulaciones, lo que nos permite movernos. Las articulaciones son las uniones entre huesos. Hacen que el esqueleto sea flexible; sin ellas, el movimiento serÃa imposible.
Aquà encontrarás información interesante sobre los yesos, asà como algunos consejos para cuidar el yeso hasta que llegue el momento de extraerlo.
Una fractura en rodete (o fractura de torus) es un tipo de fractura de un hueso. Un lado del hueso se dobla, hace una pequeña comba, sin que el otro lado del hueso se rompa.
La tendinitis de Aquiles causa dolor un poco más arriba del talón y en la parte inferior de la pierna, sobre todo después de correr o de hacer otro tipo de actividades fÃsicas. El dolor empeora cuando se hace ejercicio fÃsico y mejora con el reposo.
Una quebradura puede ir desde una fractura tan delgada como un cabello, hasta la división del hueso en dos partes como una rama rota de un árbol.
La escoliosis consiste en que las vértebras forman una lÃnea curva en vez de una lÃnea recta. A veces, las vértebras también rotan, como si la columna fuera un sacacorchos. Las curvaturas mÃnimas no suelen causar problemas. Pero una curvatura que empeora puede ir muy mal para la salud de una persona.
Una fractura por estrés es una leve rajadura en un hueso. Las fracturas por estrés suelen aparecer por repetir el mismo movimiento una y otra vez (por ejemplo, cuando alguien se entrena para un deporte).
Hay tres músculos que discurren por la parte posterior de la pierna, desde el muslo hasta la rodilla que ayudan flexionar la rodilla y a extender la cadera. Conjuntamente, reciben el nombre de músculos isquiotibiales. Una distensión de isquiotibiales, también conocida como tirón de isquiotibiales, ocurre cuando uno o más de estos músculos se estiran o distienden demasiado y se empiezan a desgarrar.
Una fractura en rodete es un tipo de rotura de un hueso. Un lado del hueso se dobla, hace una pequeña comba, sin que el otro lado del hueso se rompa.
Los niños (y los adultos) deben usar un vendaje de yeso o una férula si se fracturan (se quiebran) o lastiman un hueso.
Si deseas saber más sobre tus hermosos huesos, este video es el lugar ideal para comenzar a obtener información.
Dependiendo de la edad del niño y del tipo de fractura, la escayola debe llevarse entre 4 y 10 semanas.
Los huesos rotos tienen una capacidad asombrosa para curarse, sobre todo en los niños. A las pocas semanas de una fractura (la forma médica de llamar a la rotura de un hueso), se forma nuevo tejido óseo, aunque la curación completa puede llevar más tiempo.
Tener unos huesos fuertes en la infancia sienta las bases para tener una buena salud ósea durante el resto de la vida. ConstruÃmos casi toda nuestra densidad ósea durante la infancia y la adolescencia.
Los dolores de crecimiento siempre se concentran en los músculos, y no en las articulaciones. La mayorÃa de los niños informan tener dolores en la parte delantera de los muslos, en las pantorrillas o detrás de las rodillas.