Visit our foundation to give a gift.
View Locations Near Me
Main Campus – Hartford
Connecticut Children’s – Waterbury
Urgent Care – Farmington
Specialty Care Center – Danbury
Connecticut Children’s Surgery Center at Farmington
Specialty Care Center – Westport
Search All Locations
Find a doctor
Contact Us
Search Specialties
Find A Doctor
Appointments
Locations
Amenities and Services
Who’s Who on Care Team
Getting Ready for Surgery
What to Expect—Picture Stories
Disney Initiative
Pay a Bill
Understanding the Different Fees
Pricing Transparency and Estimates
Child Life
Raytheon Technologies Family Resource Center
Family Advisory Council
Transition Programs
Advocacy
Legal Advocacy: Benefits, Education, Housing
Electronic Health Records
MyChart
Share Your Story
Login to MyChart
Specialty Referrals
Clinical Support Services Referrals
Inpatient Referrals
ED/Transport Referrals
About the Network
Join the Network
Graduate Medical Education
Continuing Medical Education
MOC/Practice Quality Improvement
Educating Practices in the Community (EPIC)
For Nurses
Learning & Performance
Research
Resources
Meet our Physician Relations Team
Request Medical Records
Join our Referring Provider Advisory Board
View our Physician Callback Standards
Read & Subscribe to Medical News
Register for Email Updates
Update Your Practice Information
Refer a Patient
Contact OneCall
Información de Salud Para Adolescentes
La vida se te puede volver más complicada cuando eres un adolescente. Aparte de todos los cambios corporales y emocionales que estás atravesando, tienes que tomar más decisiones, hacer más elecciones y afrontar más estrés en tu centro de estudios, el deporte, el trabajo, la familia e, incluso, las amistades.
Entonces, ¿con quién puedes hablar sobre lo que te preocupa de tu desarrollo físico y emocional? A veces, tus amigos o a tus padres te pueden ayudar, pero también puedes hablar con tu médico.
Cuando eras un niño pequeño, tus padres se preocupaban de cosas como pedir hora de visita, comprarte los medicamentos de venta con receta médica y asegurarse de que te los tomabas. Ahora que te estás haciendo mayor tal vez quieras hacerte cargo o responsabilizarte de tus cuidados médicos, o tal vez se espera de ti que lo hagas.
Conforme te vayas haciendo mayor, las cuestiones que deberás afrontar se pueden volver más complicadas y más personales. Las cuestiones relacionadas con la salud, que pueden haber sido más sencillas hasta ahora, pueden empezar a incluir preocupaciones sobre cosas como el desarrollo sexual, las emociones o problemas relacionados con el peso. Es importante encontrar a alguien con quien puedas hablar que esté bien informado y en quien puedas confiar.
Muchos adolescentes se encuentran cómodos hablando con sus padres sobre prácticamente cualquier cosa, en cualquier momento. Pero asumámoslo, eso no es algo que le pase a todo el mundo. Algunos adolescentes, a pesar de mantener una relación bastante abierta con sus padres, no se sienten cómodos hablando con ellos sobre ciertos temas.
Es ahí donde te puede ayudar tu médico o enfermero.
Tu médico y tu enfermero tienen una formación que les permite ayudarte cuando haya algo que te preocupe relacionado con tu salud o con tus emociones. Puedes hablar con ellos; te escucharán y te harán preguntas, intentado resolver lo que te preocupa. En eso consiste su trabajo.
Aunque al principio pueda darte vergüenza hablar sobre cuestiones personales o íntimas (como el desarrollo físico o la salud sexual), ayuda saber que los médicos están acostumbrados a tratar ese tipo de preocupaciones (y todo tipo cuestiones) todos los días. Y a veces ignorar los riesgos de no hablar con tu médico puede ser mucho peor que el apuro que puedas sentir al plantearle cuestiones delicadas relacionadas con tu salud.
Tal vez te estés desarrollando más deprisa o más despacio que tus amigos y quieras saber qué es lo que te pasa. Quizás haya momentos en que te sientas más depresión o enfadado de lo habitual. Las sensaciones sexuales, las vivencias y los comportamientos sexuales que estás experimentando también te pueden confundir. Cuestiones que no te habías planteado nunca, como las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y el embarazo, pueden entrar, de golpe, en tu radar de preocupaciones.
Es completamente normal que te pongas nervioso cuando tengas que hablar con tu médico sobre temas como el sexo, las drogas, los problemas relacionados con la alimentación, las preocupaciones relacionadas con el peso, la depresión, las ideas suicidas e, incluso, el olor corporal.
Deberías poder hablar con tu médico sobre cualquier cosa, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Que te exploren y te hagan preguntas sobre tu cuerpo también te puede resultar violento, sobre todo si el médico te tiene que explorar partes de la anatomía que siempre has considerado íntimas, como los genitales o los senos.
Para que la experiencia te resulte más llevadera, ten en cuenta los siguientes aspectos:
Muchos adolescentes se sienten cómodos hablando con sus padres sobre cualquier tipo de problema médico, pero hay otros que prefieren guardarse para sí mismos ciertos aspectos de su salud. Puesto que, por lo general, los padres necesitan involucrarse en los cuidados médicos de sus hijos hasta que estos cumplan los 18 años, puede ayudar encontrar un “punto intermedio” que te permita preservar tu privacidad y satisfacer las necesidades de tus padres.
He aquí algunas ideas sobre cómo enfocar la participación de tus padres en tus cuidados médicos:
A veces es necesario hablar con el médico antes de que surja un problema, no después de que ya se haya desarrollado. Por ejemplo, si te estás planteando la posibilidad de empezar a mantener relaciones sexuales o de seguir una dieta especial, necesitas hablar abierta y sinceramente con un médico experto que sea de tu confianza.
Es una buena idea que antes hables con tus padres sobre este tipo de cuestiones; es algo que hacen muchos adolescentes. Pero, si te resulta imposible hablar con uno de tus padres u otro adulto responsable de tu familia, seguirás necesitando recibir cuidados médicos. Es ahí donde entra en juego el tema de la confidencialidad.
Por confidencialidad, entendemos que el tratamiento médico que recibes permanece entre tú y tu médico, sin que sea necesario que tus padres den su consentimiento. La confidencialidad favorece la sinceridad y la apertura entre un paciente y su médico. La mayoría de los estados garantizan que los adolescentes se puedan beneficiar de la confidencialidad en algunas cuestiones médicas delicadas, como la educación en salud sexual y el tratamiento de problemas de salud sexual, cuestiones de salud mental, como el suicidio y la depresión, y el consumo de drogas. La educación en salud sexual y el tratamiento de problemas de salud sexual incluyen el asesoramiento, el control de la natalidad, los cuidados durante el embarazo y las pruebas para diagnosticar ETS, así como el tratamiento de estas enfermedades.
Entonces, ¿dónde puedes obtener este tipo de servicios? Muchos médicos de familia no tendrán ningún inconveniente en tratar a sus pacientes en edad adolescente de forma confidencial. Por lo tanto, le puedes preguntar a tu médico de familia si estaría dispuesto a hacerlo. Si no estás seguro de que tu tratamiento vaya a ser confidencial, pregúntaselo antes: Algunos médicos tratarán a sus pacientes adolescentes de forma confidencial solo si sus padres han dado previamente su consentimiento. La mayoría de los médicos no tienen ningún inconveniente en preservar la confidencialidad a menos que consideren que su paciente está en peligro o representa un peligro para otras personas; en esos casos, el médico está obligado a informar a los padres del adolescente.
Algunos centros de enseñanza ofrecen consultorios médicos a sus alumnos en horario escolar. Un adolescente también se puede dirigir a un centro de planificación familiar o un ginecólogo (un médico especializado en la salud reproductora) de un centro de salud público para recibir asesoramiento sobre salud sexual y tratamiento de problemas sexuales de forma confidencial. Si no quieres que se enteren tus padres y, por lo tanto, no puedes utilizar el seguro médico familiar, estos centros suelen ofrecer servicios más baratos o facilitar los pagos a los adolescentes. La mayoría de los consultorios médicos ubicados en centros de enseñanza y en centros sanitarios públicos que tratan a adolescentes son muy cuidadosos a la hora de preservar la confidencialidad.
A muchos padres les gusta la idea de que sus hijos adolescentes puedan ir al médico cuando lo necesiten. Comenta con tus padres la idea de ir al médico por tu cuenta cuando lo necesites. Es posible que te tengan que llamar del consultorio médico para darte los resultados de tus pruebas médicas de forma confidencial. Indica a tu médico la mejor forma de dar contigo de forma confidencial, facilitándole, por ejemplo, el número de tu teléfono móvil. Puesto que el médico cobrará unos honorarios por sus servicios, habla con tus padres y con el médico sobre cómo organizarán el tema de los pagos aunque la visita sea confidencial.
Cuanto mejor conozcas tu cuerpo, mejor podrás llevar el control de tu propia salud. Encontrar un médico a quien respetes y que te respete, alguien que te dé confianza y con quien te puedas abrir, te abre el camino para que te responsabilices del cuidado de tu propia salud para el resto de tu vida.
Los médicos y los hospitales están incorporando nuevas tecnologÃas de la información del área de la salud y, si bien estos cambios no sucederán de un dÃa para el otro, eventualmente llegarán.
Cuando empieces a hacerte cargo del cuidado de tu salud, será útil que sepas qué hay en tus historias clÃnicas, cómo puedes conseguirlas si las necesitas, quién más tiene derecho a consultarlas y qué leyes regulan la privacidad de esta información.
La ginecologÃa es el campo médico que se especializa en el sistema reproductivo femenino. El exámen ginecológico es parte de los controles anuales de salud preventivos.
El médico necesita palparte los testÃculos y el área que los rodea para estar seguro de que se están desarrollando adecuadamente y de que no tienen ningún problema. Dos posibles problemas que pueden tener los chicos en los testÃculos son las hernias y, raramente, el cáncer de testÃculo.
Independientemente de cómo elijas renovar una receta, te resultará más fácil si tienes a mano toda la información de tu receta. Gran parte de lo que necesitas está impreso en la etiqueta.