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Información de Salud Para Niños
Los herpes labiales, también conocidos como “calenturas”, son pequeñas ampollas de color rojizo que duelen un poco. Suelen aparecer en la parte más externa del labio o dentro de la boca.
Los herpes labiales pueden aparecer de uno en uno o formando pequeños racimos. Están llenos de un líquido sobre el que se forma una costra, antes de secarse y desaparecer. Duran una o dos semanas y no suelen necesitar ningún tratamiento especial.
Aunque también se llaman “calenturas”, no hace falta que estés caliente para que te salga un herpes labial. Tampoco es necesario que estés resfriado para desarrollarlo. Algunas personas llaman a los herpes labiales ampollas febriles, pero no hace falta que tengas fiebre para tener un herpes labial.
Los herpes labiales están provocados por un virus llamado herpes. Las infecciones por el virus del herpes son de las infecciones víricas más frecuentes en el mundo. El nombre médico del virus que causa el herpes labial es Herpes simplex.
Hay dos tipos de Herpes simplex: el Herpes simplex tipo 1 (abreviado como VHS-1) y el Herpes simplex tipo 2 (abreviado como VHS-2). Aunque ambos pueden provocar herpes labiales, la mayoría de los herpes labiales están provocados por el VHS-1.
El VHS-1 es tan frecuente que la mayoría de los estadounidenses se infectan con él, aunque muchos de ellos nunca llegan a presentar síntomas. La gente se puede contagiar simplemente besando a una persona que tenga un herpes labial o compartiendo vasos o cubiertos con ella, lo que permite explicar que está afección abunde tanto.
A los niños que se infectan con el VHS-1, les pueden ir saliendo herpes labiales de vez en cuando durante el resto de la vida. Esto se debe a que, incluso después de que las úlceras se sequen y desaparezcan, el virus permanece en el cuerpo, esperando hasta la próxima ocasión para reactivarse y provocar más úlceras. Cuando reaparece un herpes labial, lo suele hacer en el mismo sitio que en la ocasión anterior.
El VHS-1 no es importante. Pero es una buena idea mantenerse lo más alejado posible de los herpes labiales. Si una persona que conoces tiene un herpes labial:
Si ya has tenido un herpes labial, puede ser difícil saber qué te podría reactivar el virus. A algunos niños, el estrés excesivo, pasar demasiado tiempo al sol o ponerse enfermos puede hacer que les reaparezca el herpes labial. Alimentarse bien, descansar lo suficiente y aprender a afrontar el estrés son cosas importantes para cualquier niño, sobre todo para aquellos que sean proclives a los herpes labiales.
Ponerse cacao en los labios y crema en la cara, ambos provistos de protector solar, antes de exponerse al sol puede ayudar a prevenir la reaparición del herpes labial en los niños que sean proclives a desarrollarlo.
A la mayoría de los niños, los herpes labiales les desaparecen solos sin ningún tratamiento médico especial. Si te sale un herpes labial, prueba a aplicarte un poco de hielo envuelto en un trapo o un paño frío sobre la úlcera. Tomarte un polo también te puede ayudar.
A veces, si el herpes labial hace enfermar a un niño, el médico le puede recetar un medicamento especial contra el virus del Herpes simplex. Algunos niños pueden tomar paracetamol o ibuprofeno si les duelen las úlceras.
Mientras se te esté curando el herpes labial, lávate las manos bien y con frecuencia, y no te toques la úlcera. Tocándotela, solo conseguirías interponerte en el proceso natural de curación de tu cuerpo. Hurgarte un herpes labial también es malo porque es fácil extender la infección a otras partes del cuerpo, como los dedos o los ojos. Y lo que es todavía peor: se la podrías contagiar a otras personas. ¡Nadie te agradecerá que le trasmitas un herpes labial!
¿Sabes cuál es la pregunta que sale de la boca de tus padres unas 1.000 veces al dÃa? No, no es: ¿Por qué no dejas de molestar a tu hermana (o hermano)? Tampoco: ¿Por qué lleva el perro tu gorra de béisbol? Ni tampoco ¿Qué hacen todos tus deberes apelotonados en el fondo de tu mochila?
Ser inmune significa estar protegido. Por lo tanto, tiene sentido que el sistema corporal que ayuda a combatir las enfermedades se llame âsistema inmunitarioâ.
El cuerpo humano es fascinante. DÃa tras dÃa trabaja incansablemente -digiere los alimentos, bombea sangre y oxÃgeno, procesa señales provenientes de nuestros nervios y del cerebro y mucho más.