Visit our foundation to give a gift.
 View Locations Near Me
Main Campus – Hartford
Connecticut Children’s – Waterbury
Urgent Care – Farmington
Specialty Care Center – Danbury
Connecticut Children’s Surgery Center at FarmingtonÂ
Specialty Care Center – Westport
Search All LocationsÂ
Find a doctorÂ
Contact Us Â
Search SpecialtiesÂ
Find A DoctorÂ
Appointments
Locations
Amenities and Services
Who’s Who on Care Team
Getting Ready for Surgery
What to Expect—Picture Stories
Disney Initiative
Pay a Bill
Understanding the Different Fees
Pricing Transparency and Estimates
Child Life
Raytheon Technologies Family Resource Center
Family Advisory Council
Transition Programs
Advocacy
Legal Advocacy: Benefits, Education, Housing
Electronic Health Records
MyChart
Share Your Story
Pay a BillÂ
Login to MyChartÂ
Specialty Referrals
Clinical Support Services Referrals
Inpatient Referrals
ED/Transport Referrals
About the Network
Join the Network
Graduate Medical Education
Continuing Medical Education
MOC/Practice Quality Improvement
Educating Practices in the Community (EPIC)
For Nurses
Learning & Performance
Research
Resources
Meet our Physician Relations Team
Request Medical Records
Join our Referring Provider Advisory Board
View our Physician Callback Standards
Read & Subscribe to Medical NewsÂ
Register for Email Updates
Update Your Practice Information
Refer a Patient Â
Contact OneCall Â
InformaciĂłn de Salud Para Adolescentes
Independientemente de que vayas descalzo por las duchas del vestuario después de la clase de gimnasia o de que toques el pomo de la puerta del baño, te estás exponiendo a gérmenes. Afortunadamente para la mayoría de nosotros, el sistema inmunitario está siempre alerta para luchar contra cualquier bichito que podría dejarnos fuera de juego.
El sistema inmunitario es el sistema de defensa del cuerpo contra las infecciones. El sistema inmunitario, ataca a los gérmenes invasores y nos ayuda a mantenernos sanos.
Muchas células y órganos colaboran entre sí para proteger al cuerpo. Los glóbulos blancos (también llamados “leucocitos“), desempeñan un papel importante en el sistema inmunitario.
Hay un tipo de glóbulos blancos, llamados fagocitos, que devoran a los organismos invasores. Otro tipo de glóbulos blancos, llamados linfocitos, ayudan al cuerpo a reconocer a los invasores y a destruirlos.
Un tipo de fagocitos son los neutrófilos, que luchan contra las bacterias. Si a un médico le preocupa que alguien tenga una infección bacteriana, lo más probable es que le pida un análisis de sangre para saber si tiene una cantidad muy elevada de neutrófilos. Hay otros tipos de fagocitos que desempeñan sus propias funciones para asegurarse de que el cuerpo responde adecuadamente a los gérmenes invasores.
Los dos tipos de linfocitos son los linfocitos B y los linfocitos T. Los linfocitos se fabrican en la médula ósea y permanecen allí y maduran hasta convertirse en linfocitos B, o bien se desplazan hasta la glándula del timo y maduran hasta convertirse en linfocitos T. Los linfocitos B vienen a ser el sistema de inteligencia militar del cuerpo: detectan a los invasores y los inmovilizan. Los linfocitos T actúan como si fueran soldados: destruyen a los invasores que ha detectado el sistema de inteligencia.
Cuando el cuerpo detecta sustancias extrañas que lo invaden (llamadas “antígenos”), el sistema inmunitario trabaja para reconocerlas y eliminarlas.
Los linfocitos B se encargan de fabricar anticuerpos. Se trata de unas proteínas especializadas que localizan e inmovilizan a antígenos específicos. Los anticuerpos siguen existiendo en el cuerpo de una persona. Por lo tanto, si el sistema inmunitario se vuelve a encontrar con ese antígeno, dispondrá de anticuerpos para que desempeñen su función. Por eso, cuando una persona contrae determinada enfermedad, como la varicela, lo más habitual es que no vuelva a contraer esa enfermedad.
Esto también explica que las vacunas sirvan para prevenir algunas enfermedades. Una vacuna introduce en el cuerpo el antígeno de una forma que no hace que la persona vacunada enferme. Pero permite que el cuerpo fabrique anticuerpos que la protegerán de futuros ataques por parte del germen causante de esa enfermedad.
Aunque los anticuerpos pueden reconocer un antígeno e inmovilizarlo, no lo pueden destruir sin ayuda. Esa es función de los linfocitos T. Estas células se encargan de destruir a los antígenos que han sido inmovilizados por los anticuerpos o a aquellas células que se han infectado o que han cambiado por algún motivo. (Algunos de los linfocitos T se llaman “células asesinas” o “células k” [del inglés; killer = asesino]). Los linfocitos T también ayudan a indicar a otras células (como los fagocitos) que desempeñen su función.
Los anticuerpos también pueden:
Todas estas células especializadas y partes del sistema inmunitario ofrecen al cuerpo protección contra las enfermedades. Esta protección se llama inmunidad.
Los seres humanos tienen tres tipos de inmunidad: la innata, la adaptativa y la pasiva.
El sistema inmunitario necesita la ayuda de las vacunas. Si te pones todas las vacunas recomendadas cuando te toque, ayudarás a mantenerlo lo más sano posible. También te ayudarán a mantenerte sano el hecho de lavarte las manos bien y con frecuencia para evitar las infecciones, comer bien, hacer abundantes horas de sueño y de ejercicio físico y acudir a todas tus revisiones médicas.
El eccema es una afección en que la piel se vuelve roja, escamosa, irritada y con picazón. Hay varios tipos de eccema, pero el más frecuente de todos es la dermatitis atópica.
Las alergias alimentarias ocurren cuando el sistema inmunitario considera, por error, que algo que ingiere la persona es nocivo para su cuerpo.
Cuando una persona tiene lupus, el sistema inmunitario se pone a trabajar a toda marcha y se acaba descontrolando, de modo que no es capaz de distinguir entre las células normales y sanas del propio organismo, por un lado, y los gérmenes que pueden provocar infecciones, por el otro. Por lo tanto, el sistema inmunitario responde fabricando autoanticuerpos que atacan a las células normales del cuerpo.
Lo oyes constantemente, y por un buen motivo: lavarte las manos es, con diferencia, la mejor manera de evitar que se propaguen los gérmenes y de protegerte de las enfermedades.
El bazo forma parte del sistema linfático, que es una extensa red de drenaje. Las funciones del sistema linfático consisten en mantener los lÃquidos corporales en equilibrio y defender al cuerpo de las infecciones.
Lavarse las manos a conciencia y a menudo es la mejor forma de impedir que los gérmenes conduzcan a infecciones y enfermedades.
La diarrea consiste en evacuar heces blandas o sueltas con frecuencia. La mayorÃa de la gente tiene diarrea de vez en cuando. No suele durar mucho y generalmente mejora por si sola.